
Cabeza de duende modelada en barro blanco y esmaltada en negro metalizado, con el interior de las orejas en transparente mezclado con óxido. Los seres fantásticos son una buena manera de practicar anatomía sin tener que preocuparse por los detalles más realistas, ya que podemos hacerlo como queramos. En este caso, se han dejado las cuencas vacías, sin modelar los ojos, lo que modifica la figura no solo anatómica sino conceptualmente; una figura sin ojos nos evoca pensamientos de angustia o desconcierto, ya que son una de las partes más importantes y con más personalidad del rostro.

