
Para esta pieza se buscó una hoja por la calle, aprovechando el otoño, y se marcó sobre una plancha de barro mimbre, pasándole el rodillo por encima. Después se recortó y se levantaron los bordes ligeramente. Tras bizcocharla, se cubrió con una capa de esmalte blanco y se coloreó con varios óxidos aplicados con esponja.